El estrés oxidativo es un proceso que se produce en nuestro cuerpo debido a un exceso de radicales libres* y a la falta de antioxidantes para contrarrestarlos. El aumento de estos radicales libres y de oxígeno en nuestro cuerpo hace que nuestras células se oxiden, afectando a sus funciones y dañándolas, pudiendo llevarnos a enfermedades graves.
La mitocondria es la parte de la célula que recibe los nutrientes y que nos da energía. Si no consumes los antioxidantes requeridos, la mitocondria usará lo que reciba para evitar otro tipo de problemas asi notaràs un descenso en la energía habitual.
Este daño se va extendiendo de forma progresiva por el cuerpo. Primero notarás cambios en el metabolismo. La muerte celular conlleva daños en los tejidos y la aparición de tumores. La salud cardiovascular, debido a que las células son incapaces de procesar la grasa que se acumula en las arterias, se resiente de forma directa dando lugar a trombosis, infartos y dolencias de mayor gravedad.
Una de las consecuencias más severas de esta afección es la ralentización del funcionamiento cerebral. Esta circunstancia puede dar lugar a enfermedades degenerativas como el alzhéimer o el parkinson.
Es importante tener en cuenta que la oxidación se esparce por el cuerpo desde el corazón al aparato respiratorio, al digestivo, al urinario, al gastrointestinal, a los ojos y al corazón.
Síntomas de estrés oxidativo :
Envejecimiento prematuro: aparecen arrugas y manchas en la dermis y la piel pierde su tersura habitual.
- Problemas de memoria: el cerebro puede empezar a funcionar de manera deficiente, comienzan olvidos y pérdida de memoria de manera descontrolada.
- Cambios físicos: mayor rigidez en las articulaciones, pérdida de la fuerza muscular y problemas de movilidad.
- Problemas cardiovasculares: la oxidación celular puede provocar arritmias y alteraciones en la tensión arterial.
Remedios :
- Llevar una dieta sana y equilibrada: consumir frutas y verduras frescas en abundancia.
- Aportar al organismo antioxidantes a través de suplementos alimenticios como vitaminas, minerales y enzimas para evitar el daño celular.
- Consumir alimentos ricos en antioxidantes: brócoli, té verde, tomates, alcachofas, zanahoria…
- Realizar ejercicio físico diario: es importante llevar un estilo de vida activo y evitar el sedentarismo.
- Evitar toxicos tabaco, consumo de alcohol, exposición a los rayos solares…
- Adoptar un estilo de vida saludable : descansar bien, gestionar el estrés , practicar la socialización positiva. Es muy importante la detección temprana del estrés oxidativo para evitar que desemboque en enfermedades graves como pueden ser el cáncer, la diabetes, o la hipertensión…